Más allá de esa definición tradicional, los actores de la industria del juego y apuestas deportivas reguladas proponen una mirada más amplia de esta problemática, al considerar como juego responsable a todas aquellas medidas encaminadas a que los usuarios tengan acceso a un producto seguro, a salvo de posibles adicciones pero también de posibles fraudes, como la manipulaciones de las apuestas deportivas. 

Más allá de los esfuerzos de los operadores en cada uno de sus mercados, la experiencia internacional demuestra que las redes de colaboración, como las establecidas por los operadores, políticos y reguladores, son fructíferas al momento de garantizar la formulación de políticas y de regulaciones que respaldan la lucha internacional contra el amaño de partidos, y así asegurar que los usuarios de plataformas tengan acceso a productos seguros.

En este sentido, los organismos deportivos, los reguladores y los operadores de apuestas deportivas tienen un interés compartido. No es ningún secreto que para una lucha eficaz contra la corrupción en el deporte, la cooperación y la educación son la clave.

IBIA (International Betting Integrity Association) -una asociación sin ánimo de lucro cuyos miembros son los principales operadores líderes de apuestas autorizadas y representa la voz principal a nivel mundial sobre la integridad en el sector de las apuestas deportivas- ha desarrollado un papel importante en la lucha contra la fraude en este ámbito,  manteniendo alianzas de intercambio de información sobre actividades sospechosas con los principales organismos deportivos y reguladores de juegos de azar en todo el mundo, a fin de utilizar sus datos y enjuiciar la corrupción. 

Ese enfoque ha resultado exitoso en alejar a los delincuentes de los mercados de apuestas regulados, y ha creado un entorno seguro para los deportes y los clientes de nuestros miembros. 

Esto también toca al proceso de regulación que se está viviendo en Chile, donde es muy valorable que el tema de las sanciones contra la manipulación de competiciones deportivas se aborde en el proyecto de ley.  Sin embargo, creemos que la ley debería ir más allá e incluir requisitos de monitoreo y alertas de las actividades sospechosas, para garantizar la protección de la integridad de las apuestas, tanto para los consumidores como para los operadores. 

Silvia Paleari 

Directora de Asuntos Públicos de IBIA