Codere cumple dos décadas en Uruguay, donde se ha consolidado como un actor clave en la hípica (Maroñas y Las Piedras), la hotelería de lujo (Sofitel) y los casinos. Con un plan de inversiones de US$ 40 millones a cinco años, la compañía busca expandir y consolidar sus negocios en un mercado que, según su director general Guido Parrella, ofrece estabilidad y seguridad jurídica frente a otros países de la región.

“El negocio de Maroñas está maduro, establecido y fluye muy bien. El de Carrasco arrancó con tropiezos que costó posicionar, pero hoy crece a tasas muy fuertes”, explicó Parrella. “Por eso el grupo apuesta a seguir creciendo en Uruguay ahora con el negocio estabilizado. Presentamos un plan de inversiones que incluye renovación de infraestructura, actualización tecnológica, renovación de slots y habitaciones, fachadas y también energías renovables. Ya estamos en el segundo año del plan”.

Respecto a la energía renovable, el ejecutivo detalló que estudian “una tecnología que no está presente en Uruguay para producir energía con residuos del hipódromo. Está en prefactibilidad; ya tuvimos contacto con proveedores asiáticos y buscamos desarrollar esto, inicialmente para abastecimiento propio y eventualmente para venderle a UTE”.

En cuanto al Casino Carrasco, Parrella reconoció que al inicio “le costó afianzarse, pero hoy es nuestro punto de venta que más crece. Está completamente estabilizado y es muy rentable”. La compañía incluso salió al mercado de capitales con Obligaciones Negociables por US$ 7 millones y recibió ofertas por US$ 16 millones, más del doble, lo que demuestra que “el mercado reconoce un negocio saludable y maduro”.

El hotel asociado al casino también mostró mejoras significativas: “Mejoramos más de 10 puntos la ocupación promedio, llegando al 71% actualmente, frente al 60% de hace un año y medio. Tenemos 116 habitaciones habilitadas al 100% y las inversiones actuales son de mantenimiento, no hay áreas pendientes por habilitar”.

Actualmente, Maroñas representa aproximadamente el 63% de los ingresos de hípica, mientras que Carrasco aporta el 37%. “Maroñas es un negocio maduro, con tasas de crecimiento menores. Carrasco arrancó de cero y todo es crecimiento adicional”, aclaró Parrella.

Sobre la expansión al interior del país, el ejecutivo comentó: “Dependemos de la voluntad del gobierno. Estamos dispuestos a acompañar si aparecen oportunidades de abrir nuevas salas. Hasta ahora, las salas abiertas han sido administradas por la Dirección General de Casinos. Si el Estado impulsa nuevas aperturas, estamos dispuestos a invertir y crecer en Uruguay”. Actualmente, Codere opera cinco salas de juego en HRU: tres en Montevideo y dos en Canelones, además de los dos hipódromos y el Casino Carrasco.

Parrella destacó también oportunidades en los hipódromos: “Este año la Federación Internacional de Actividades Hípicas ascendió a Uruguay al Libro Uno, la máxima categoría de la hípica mundial. Esto abre muchas oportunidades, no solo para vender el producto al exterior, sino también para propietarios, entrenadores y jockeys, que ahora tienen una vidriera internacional”.

Finalmente, sobre el auge de los juegos online, Parrella indicó: “Codere es operador de juego online y fue el primero en Latinoamérica que cotiza en Nasdaq, en la bolsa de Nueva York. Nos interesa que se regule formalmente en Uruguay; hubo un intento en el gobierno anterior, que logró media sanción, pero aún está pendiente la aprobación definitiva”.