Sin embargo, el último borrador aprobado por el gabinete limitará significativamente el número de tailandeses que pueden acceder a los casinos, con una tarifa de entrada de 5.000 baht y la necesidad de presentar un comprobante de al menos 50 millones de baht en depósitos bancarios.

El viceministro de Finanzas de Tailandia declaró a principios de este mes que el requisito de activos para los ciudadanos tailandeses probablemente se eliminaría porque excluiría a demasiadas personas.

El primer ministro Paetongtarn Shinawatra declaró a la prensa el jueves que los detalles de la ley no eran definitivos, ya que el Parlamento tendría la última palabra.

El proyecto de ley se enviará a la Cámara de Representantes y, de aprobarse, también necesitará la aprobación del Senado y de Su Majestad el Rey.

Los juegos de azar están prácticamente prohibidos en Tailandia, salvo en las carreras de caballos controladas por el Estado, la lotería y algunos deportes. Sin embargo, sucesivos gobiernos han insistido en la necesidad de permitir que los casinos atraigan a más visitantes extranjeros y generen más empleo e ingresos estatales.

Un informe de Citi a finales del año pasado estimó que aproximadamente la mitad de las personas mayores de 20 años en Tailandia podrían ser jugadores de casino, lo que sentaría las bases para que el país se convirtiera potencialmente en el tercer mayor destino de juegos de azar del mundo.

Sin embargo, una encuesta reciente de opinión pública mostró que la mayoría de la gente está preocupada por los efectos negativos de la legalización del juego.

El Partido Popular, en la oposición, también señaló que la legalización del juego podría ser contraproducente para el turismo si, como resultado, China desalienta a sus ciudadanos a visitar Tailandia.