La portavoz de los republicanos, Raquel Sans, ha recordado este lunes que su partido rechazó conceder estos beneficios cuando el Parlament los aprobó por primera vez hace diez años, pero no ha quedado claro si volvería hacer lo mismo ahora.

En 2014, cuando se votó la rebaja fiscal, salió adelante gracias a los votos de CiU y el PSC, mientras que ERC votó en contra. "En la votación de 2014 no recibió el aval de Esquerra", ha recordado Sans. Pero, ¿Volverían a votar en el mismo sentido, es decir, a favor de la ley de los Comuns? Sans ha dicho que su partido "está donde estaba", en contra de las rebajas fiscales a los casinos, pero no ha precisado cuál sería el sentido del voto si la norma del partido de Jéssica Albiach se debatiera mañana.

Sans ha argumentado que no tiene demasiado sentido hablar de "futuribles" de este tipo porque la ley de los Comuns, con toda probabilidad, quedará tumbada por la Cámara catalana -independientemente de lo que haga ERC- porque hay una mayoría sólida a favor de que Hard Rock salga adelante algún día y que está formada Junts, PSC, PP, Cs y Vox.

Pero aún hay otro argumento de peso para no aclarar la posición de ERC: la posibilidad de hacer enfadar al PSC, el único partido que por ahora ha sí llegado a un acuerdo para votar los presupuestos de la Generalitat. La propia Sans se ha preguntado qué sentido tendría apoyar la iniciativa legislativa de los Comuns "si esto hacer salir de la ecuación al PSC". Es decir, qué sentido pronunciarse sobre algo que pondría en riesgo el apoyo de los socialistas.

Ni una partida para el complejo

Así, los republicanos siguen donde estaban: tratar de convencer a los Comuns de que apoyen los presupuestos aunque el Govern no cumpla con su petición principal que es, precisamente, frenar el proyecto turístico del Hard Rock. Y no solo frenar el casino que se beneficiaría de las rebajas fiscales aprobadas en su día, sino todo el macrocomplejo de ocio.

El argumento de los republicanos sigue siendo que, pese a que el proyecto de Hard seguirá adelante, eso no debe ser motivo de enfado para los Comuns porque en los presupuestos de la Generalitat de este año "no hay ni una sola partida" dedicada a este tema. Es decir, que Hard Rock sigue adelante pero sin dinero público de por en medio.

Finalmente, Sans sí ha abierto la puerta a aceptar las condiciones de carácter social que también exigen los Comuns a cambio de su voto a las cuentas. Para los republicanos, a diferencia de con el casino, con esta cuestión sí que hay margen para entenderse.