Retrasos lamentables

Una propuesta central de la revisión era la aplicación de un Código de Conducta para los patrocinios deportivos. En él se incluía la obligación de reinvertir los fondos de patrocinio en el deporte de base y la restricción de la publicidad de juegos de azar en las zonas familiares de los estadios.

Sin embargo, el Código aún no se ha publicado, lo que significa que las partes interesadas en el deporte -tanto clubes como operadores- siguen sin conocer sus términos exactos. En un informe publicado esta mañana, los diputados del Comité Selecto CMS califican de "muy lamentable" el retraso en la publicación.

"El Gobierno debería exigir a los organismos deportivos pertinentes que publiquen el Código, incorporando las recomendaciones del Comité, sin más demoras indebidas", afirmó el Comité.

En representación del sector británico del juego, el Betting and Gaming Council (BGC) ha echado la culpa a los organismos deportivos, argumentando que las organizaciones "francamente, han estado arrastrando los pies".

¿Es suficiente el Código?

Tal vez una de las principales razones por las que el Libro Blanco se centró muy poco en el patrocinio en comparación con otros temas fue el hecho de que la propia Premier League ya había tratado de abordar esta cuestión.

Dos meses antes de la publicación del Libro Blanco, 18 de los 20 clubes de primera división votaron a favor de eliminar los patrocinadores de apuestas de la parte delantera de las camisetas de sus equipos, con la abstención de dos clubes.

A partir de la temporada 2026-27, los clubes ya no firmarán acuerdos con los operadores en la parte delantera de las camisetas, aunque las casas de apuestas podrán seguir colocando sus logotipos en las mangas y en la señalización dentro del estadio, aunque respetando el requisito del Código de Conducta relativo a la visibilidad en las gradas familiares.

Sin embargo, no se ha llegado tan lejos como querían algunos activistas. Por ejemplo, el All-Party Parliamentary Group on Gambling Related Harm (GRH APPG) había pedido una prohibición general del patrocinio de apuestas deportivas en varias ligas y deportes, refiriéndose a esto como una medida de "sentido común".

Esto tampoco ha impedido que los clubes de la Premier League hayan firmado acuerdos de patrocinio en la parte delantera de sus camisetas mientras aún estaban disponibles: sólo este año, por ejemplo, el Fulham se ha asociado con SBOTOP, el Nottingham Forest con Kaiyun Sports y el Aston Villa con BK8, todos ellos firmados después de la votación de la Premier League.

En su propia respuesta de esta semana, el Comité CMS declaró que, si bien la eliminación gradual de la Premier League es bienvenida, la medida "no reducirá significativamente el volumen de anuncios de apuestas visibles durante los partidos de la máxima categoría".

Los diputados prosiguieron: "El Gobierno debe trabajar con la Premier League y los órganos de gobierno de otros deportes para garantizar que el código de conducta sobre el patrocinio del juego contenga disposiciones que reduzcan el volumen de anuncios sobre apuestas en los estadios".

"El Código también debería exigir que una mayor proporción de la publicidad sobre el juego en los estadios se dedique a mensajes sobre un juego más seguro desarrollados de forma independiente".

Para resumir la opinión de la comisión, su presidenta, la diputada Caroline Dinenage, ha declarado lo siguiente: Si bien la regulación del juego no debe afectar en exceso a la libertad de disfrutar de lo que para la mayoría es un pasatiempo sin problemas, hay que hacer más para proteger tanto a los niños como a las personas que han tenido problemas con el juego de lo que a menudo parece un bombardeo de publicidad de marca en el fútbol y otros eventos deportivos".

"El Gobierno debe ir más allá de las propuestas del Libro Blanco y trabajar con los organismos deportivos para reducir el volumen de anuncios de apuestas a los que se expone a la gente".

Los diputados se oponen a la prohibición de los anuncios, pero siguen estudiando una mayor regulación...

Por otra parte, aunque los diputados piden más información sobre el Código de Conducta, se muestran muy contrarios a una propuesta de prohibición total de todas las formas de comercialización de apuestas.

"No consideramos que una prohibición total de la publicidad de los juegos de azar sea apropiada", explicó el Comité - pero esto no deja el tema de la publicidad completamente sin tratar.

En opinión de los diputados, "todavía hay margen para una mayor regulación" de la publicidad del juego, y la comisión coincide con los activistas en que existe un vínculo causal entre la publicidad y los daños.

Al igual que en la evaluación de los parlamentarios sobre los retrasos en el Código de Conducta, el BGC ha acogido con satisfacción que se haya descartado la prohibición total de la publicidad, el patrocinio y las promociones al consumidor.

Aparte de la publicidad, los diputados también reiteraron la opinión de que las comprobaciones del riesgo financiero -que evaluarán la situación financiera de los clientes para realizar una apuesta- deben ser lo menos traumáticas posible y no intrusivas.

Esto puede calmar las inquietudes de algunas partes interesadas en las carreras de caballos. El deporte ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por que los controles de asequibilidad excesivamente intrusivos puedan alejar a los clientes del sector regulado de las apuestas.

Las carreras de caballos dependen en gran medida del apoyo financiero de la industria, principalmente a través del patrocinio y los pagos anuales de tasas, este último también bajo revisión DCMS, y también fue abordado por los diputados en el informe de hoy.

"El Gobierno debe garantizar que el nuevo acuerdo que surja de la revisión del impuesto sobre las apuestas hípicas mitigue el impacto de las reformas del Libro Blanco en la industria de las carreras y garantice el futuro de las carreras británicas", prosiguió el Comité.

"Apoyamos la propuesta de un enfoque distinto del patrocinio y la publicidad deportiva en las carreras de caballos y de galgos, dada la estrecha y antigua relación de ambos deportes con las apuestas".

De la evaluación de los diputados se desprende claramente que los comercializadores de apuestas y deportes pueden estar seguros de que el alcance de las reformas del Libro Blanco no será tan amplio como algunos temían durante los dos años y medio de revisión de la Ley del Juego.

Sin embargo, también está claro que aún no se ha llegado a ninguna conclusión, y que las propuestas iniciales del Libro Blanco relativas al patrocinio deportivo, como el Código de Conducta, no están grabadas en piedra, y podrían ser objeto de nuevos cambios normativos si las opiniones de los diputados son asumidas por el Gobierno.

Por Ted Orme-Claye